Reseña - Todo lo que somos juntos.

¡Hola!
Hoy os traigo la reseña de la segunda parte de la bilogía Deja que Ocurra.
Como ya os conté en la reseña anterior (Reseña de Todo lo que nunca fuimos), me devoré la bilogía en un fin de semana. Además, tengo que reconocer que esta segunda parte me gustó bastante más que la primera, y en términos generales me ha dejado con muy buen sabor de boca.
¡Empezamos!

¡¡LA SINOPSIS PUEDE CONTENER SPOILERS DE LA PRIMERA PARTE!!

Han pasado tres años desde la última vez que se vieron. Ahora, Leah está a punto de cumplir su sueño de exponer en una galería.
Y, pese al pasado, Axel necesita formar parte de un momento como ese.
Cuando sus caminos vuelven a cruzarse, Leah tiene que tomar decisiones que pueden cambiarlo todo, porque, a pesar de lo que ocurrió, los recuerdos de toda su vida siguen ahí; intactos, bonitos, únicos. Colándose en cada grieta que aún no ha cerrado.

Porque él sigue siendo el chico que aún no ha olvidado.
Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.
Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.

Han pasado tres años desde el final de Todo lo que nunca fuimos, y la vida de Leah no podía ser más diferente. Tres años desde ese momento. Ahora vive en una residencia universitaria que alterna con su nuevo estudio de pintura. Axel, trabaja en una galería de arte que se encarga de darle la oportunidad a nuevas promesas. 

Lo de "segundas partes no son buenas..." aquí no se cumple en absoluto. Este libro me ha gustado muchísimo más que la primera parte. 

Los personajes han cambiado muchísimo. Ninguno es lo que era en el primer libro, aunque siguen teniendo muy presente todo. Leah ha encontrado una red de apoyo, y un gran compañero en Landon, pero la sombra de todo lo que pasó con Axel permanece, y no la deja avanzar. Axel… no deja de pensar en ese día en el que todo cambió.

Será una exposición en una galería de arte la que los lleve a reencontrarse. Cuando vuelven a verse, se hace evidente que ninguno de los dos son la misma persona, pero los sentimientos no han cambiado, aunque a ellos se sumen la rabia y el dolor.

El cambio que más me ha impresionado es el de Leah. Todo lo que no conseguí conectar con ella en Todo lo que nunca fuimos, lo he conseguido en esta novela. Me ha gustado mucho el cambio que ha dado, cómo ha avanzado en todo este tiempo, la capacidad que ha tenido para renacer de todo lo ocurrido. Su madurez y firmeza se hacen evidentes en este libro, y me ha parecido un cambio muy acertado. A Axel lo quiero mucho, y no puedo decir nada malo sobre él. En esta novela vemos cómo el peso de sus decisiones le ha pasado factura, cómo intenta recomponerse todo lo que ocurrió, y seguir adelante, aunque el arrepentimiento esté presente. Me ha encantado el apoyo incondicional que le brinda a Leah, su relación con los demás personajes… todo.

Tengo que decir que el libro, pese a que me ha encantado, se me ha hecho un poco lento. Creo que había cosas que podían haberse hecho de forma más rápida, sin necesidad de dar tanta vuelta… pero la he disfrutado igual. También quiero decir que hay algunos temas con los que no estoy del todo de acuerdo respecto a la manera en que han sido planteados, porque creo que podrían haberse planteado de mejor manera.

Como os dije en la anterior reseña, estos libros me duraron un fin de semana. No había terminado de procesar la primera parte cuando ya tenía la segunda entre manos. Me dio un poco de pena despedirme de los personajes, pero dio la casualidad de que unos días después, Alice Kellen publicó un epílogo extra de la bilogía (lo podéis leer si pincháis en este enlace), así que la despedida fue algo más suave.

Son unas novelas muy frescas para verano, pero creo que leerlos en cualquier momento del año es una buena decisión. Si queréis encontrar entre sus páginas una historia de amor de las que os roban el aliento, la más adecuada es esta ♥

¿Lo habéis leído? ¿Qué me decís de él?
Hasta la próxima reseña ♥