La Ciudad del Cuarzo Creciente me atrajo a primera vista por su portada, pero el contenido era mucho mejor aún. ¡Comenzamos!
Nombre: La Ciudad del Cuarzo Creciente
Autora: María Luisa Mendoza Gálvez
Editorial: Círculo Rojo.
Nº de Páginas: 190
Encuadernación: Tapa blanda con solapas.
La vida de Shira siempre ha sido algo diferente a las demás.
La llegada de un nuevo Parque de Atracciones a la ciudad donde vive desde que
nació, cambiará el rumbo natural de la vida de sus habitantes, pero para Shira
significará algo mucho más profundo.
Una aventura tras otra irá descubriendo su verdadero yo
interior y Shira tendrá que volver a replantearse quién es y quién quiere ser.
Su abuela, fallecida hace algunos años, le enseñó que la
vida no siempre es fácil y Shira sabe que de ella depende aceptarse o seguir
viviendo su propia mentira.
La Ciudad del Cuarzo
Creciente será el escenario en el que Shira se verá obligada a aceptar su
destino, o, por el contrario, ignorarlo mientras a su alrededor el mundo
conocido dejará de ser lo que era.
Shira debe decidir, y esta vez no hay vuelta atrás.
La verdad es que este libro me ha gustado mucho, muchísimo.
La historia comienza con Shira, una chica que necesita
trabajo. La llegada de un nuevo parque de atracciones al pueblo donde vive
supondrá una gran oportunidad para ella, pero a la vez cambiará todo lo que
conoce y con ello, su vida.
Me ha gustado mucho como ha labrado sus personajes. Tanto
Shira como Lidia me han cautivado porque tenían unas personalidades tan
contrarias, que me han llamado la atención.
Shira, nuestra protagonista, es bastante cautelosa. Ha huido
toda la vida de sí misma pero una vez que se encuentra, no hay quien la pare.
Es un personaje psicológicamente bien labrado y con las cosas bastante claras
(al menos en la segunda mitad del libro)
Lidia me ha encantado porque es de los personajes que, si
quiere hacer algo, lo hace. Y no necesita el permiso de nadie para llevarlo a
cabo. Es una mujer llena de sabiduría que, aunque al principio no me atraía del
todo porque no entendía sus acciones, cuando la trama comenzó a andar de verdad
terminó de convencerme.
Shira contará con la ayuda de su mejor amigo Anil, y de la
aparentemente desconocida Lidia, para resolver la trama que nos presenta este
libro.
La historia se lee sumamente rápido por dos razones:
Primera: La pluma de la autora. Su manera de escribir es
fresca y ligera, no es de los libros que tienen relleno por doquier, dice lo
que quiere decir, sin rodeos. A lo directo. Me ha gustado su forma de describir
todos los elementos del parque de atracciones porque conseguía tener una imagen
mental de todo lo que estaba contando, cosa que me ayudó a meterme muchísimo
más en la historia.
Segundo: Los capítulos son cortos, y los termina de una
forma que te impide dejar de leer. Es el “un capítulo más” constante de los
lectores. Un capítulo tras otro y el libro se ha terminado.
Lo que más me ha gustado sin duda alguna es el tratamiento
que dan en este libro a la magia. Tras una labor de documentación enorme (al
menos eso es lo que se aprecia en todo el contenido extra que incluye cuando la
historia ha terminado) la forma de crear una historia con toda esa información
es muy buena.
Obviamente tiene elementos mágicos que te hacen pensar “esto
es imposible”. Y los que hayan leído el libro lo entenderán. Pero luego tiene
muchos otros que son bastante fáciles de creer o por lo menos, de entender. Le
ha dado un tratamiento muy sutil a todo esto de lo que estoy hablando. No se ha
limitado a decir “esto es magia y punto”. Ha creado una atmósfera sobrenatural
y fantástica que te mete en la historia, aunque no quieras.
El final… me gusta a medias. Por una parte, es predecible
porque sabemos que Shira al ser la protagonista, tendrá que cargar con el peso
de la resolución final. Eso es algo que se sabe desde que lees la sinopsis. Por
otra es inesperado porque la resolución que le dan no es la que tú crees. Hay
una escena donde piensas que el libro va a terminar porque así lo parece, y de
repente tenemos el verdadero final, que se da muy rápido. Y cuando digo rápido,
es rápido. Sentí todo demasiado abrupto. Después el epílogo y adiós. Eché un
poco de menos un final un poco más extenso.
Es un libro bastante corto (para lo que suelo estar
acostumbrada. Lo sabéis si leéis las demás reseñas) y me ha servido para refrescar
un poco la mente después de todos los libros densos seguidos que he leído. Me
ha resultado bastante agradable su lectura ya que al ser tan ligera me ha
sacado un poco de la rutina que llevaba.
–El fuego
es el deseo, la vida, energía, urgencia… El fuego no construye, pero puede destruir […]
–El agua…–
continuó Lidia – el agua son las emociones.
–Da vida,
pero también la quita. – dijo Anil. – El agua es el alimento de la vida. Engañosa, sutil,
huidiza… es el cambio constante.
–El aire es
el pensamiento. – añadió Lidia.
–Flexible,
pero fuerte y resistente. – explicó Anil. – Nos despierta y
nos mantiene alertas.
–Por
último, la tierra. Estabilidad. – Finalizó Lidia.
–La tierra
es sólida. – concluyó Anil inmediatamente – Es el futuro construido sobre el
pasado, es la historia y al mismo tiempo nuestra memoria colectiva.
¿Vosotros la habéis leído? Si no lo habéis hecho, os lo recomiendo. ¡Nos leemos!
¡Hola!
ResponderEliminarGracias por la reseña, me alegra saber que te ha gustado y lo recomiendas :) Me lo apunto porque la portada me ha E-NA-MO-RA-DO ♥, aunque la sinopsis me ha defraudado un poco con lo del parque de atracciones. Pero saber que tiene elementos mágicos, como comentas, me han hecho recuperar las ganas de tenerlo.
¡Un besito!
B
¡Hola! ♥
EliminarMe alegro mucho de que te haya gustado la reseña, al igual que me alegra que te lo hayas apuntado.
Sobre lo del Parque de Atracciones... créeme cuando te digo que nada es lo que parece, y con esto pasa lo mismo.
Me encantará saber tu opinión cuando lo leas, un besito :)