Reseña: Cartas de Amor a los Muertos.

Hola, hola, hola. Hoy tengo una reseña que no tenía pensado hacer, pero el otro día comenté el libro con Something To Dream (seguidla si no lo habéis hecho aún) y me entraron unas ganas enormes de releerlo.
 

Título: Cartas de Amor a los Muertos.

Título original: Love Letters To The Dead.

Autor: Ava Dellaira

Autoconclusivo.

Editorial: Nocturna

Número de páginas: 350

Edición: Rústica con solapas.

Todo comienza con un trabajo de Lengua: escribirle una carta a alguien que haya muerto.

Laurel escoge a Kurt Cobain porque su hermana lo adoraba. Y porque él murió joven, como ella. En poco tiempo tiene un cuaderno lleno de cartas a Judy Garland, Amy Winehouse, Heath Ledger y muchos otros. Sin embargo, no se las entrega a su profesora. Les escribe sobre el comienzo del instituto, sus nuevas amistades, su primer amor y sobre cómo está aprendiendo a vivir ahora que su familia se ha roto.

Y sobre lo que ocurrió cuando su hermana aún estaba viva.

Cuando a Laurel la mandan como tarea el escribir una carta a un famoso fallecido, lo que menos se espera es que tendrá todo un diario de cartas dedicadas a distintas personalidades fallecidas, donde poco a poco iremos sabiendo la historia de su vida y del dolor que arrastra por la pérdida, por el sentirse sola y no saber qué hacer o por intentar salir adelante.

Laurel está destrozada por la pérdida de su hermana y no sabe cómo superarlo, y utilizará las cartas como terapia para entender lo que pasó antes y después de su muerte.

Pero… no he podido conectar con ella. Es cierto que es un personaje que evoluciona mucho (cosa que se ve a través de las cartas) pero no he podido evitar pensar que vive a la sombra de su hermana. Que siempre quiso y deseó ser como ella y el hecho de no haberlo conseguido resulta más frustrante que el haberla perdido. En muchos recuerdos de los que hablaba no dejaba de pensar “Estás intentando hacer lo mismo que May. PARA”

La evolución se ve desde el principio de la historia. Laurel ama, adora a su hermana, y la cree sumamente perfecta. Lo malo viene cuando se da cuenta de que nada es lo que parece, y que su hermana dista mucho, muchísimo de ser perfecta, cosa que para ella es un duro golpe. Pero la evolución se muestra en todo su esplendor al final del libro, cuando lees las últimas cartas y ves que toda esa terapia epistolar ha servido de algo.

Por otra parte, la relación que mantiene con el personaje masculino… me pareció insustancial. No veía que Laurel diese por Sky todo lo que él daba por ella. Me pareció una relación muy floja (aunque no la suprimiría del libro). Mi mente quiso entender que Laurel y Sky están juntos… para que Laurel no esté sola, para que no esté desprotegida.

La relación no me gusta, eso es cierto. Pero Sky me cae bien porque desde sus primeras apariciones vemos cómo realmente se interesa por Laurel, por intentar sacarla de ese hoyo en el que está metida… pero ya está. Aunque lo descrito arriba sea un punto positivo… se ha quedado en la trama secundaria. Lo siento. Yo lo he visto muy insípido. Para mí han destacado más los secundarios que los protagonistas. Han sido de lo mejor del libro, porque le daban el toque cómico a la trama. A mí las dos me encantan.

Sigo aplaudiendo la evolución de Laurel, porque cuanto más pienso en eso, más me gusta.

La historia está muy bien escrita, ya que tiene un ritmo muy ligero, su prosa es sencilla y no se enrolla en describir detalles absurdos que nada aportan al libro. Tiene una forma de escribir muy directa, pero muy dulce a la vez. Me ha gustado mucho la forma de escribir de Ava en ese aspecto, sobre todo hacia el final.

Sobre el final… No voy a mentir. Al final pasa lo que todos esperamos. Eso no quiere decir que sea predecible, no confundirse.

Pero bien es cierto que durante la lectura deseas que eso pase. 

Quiero decir. Ves constantemente la angustia de Laurel, porque no entiende, porque no supera la pérdida e intenta aferrarse a lo que ahora es un vago recuerdo de alguien querido. Ava te transmite esa angustia, esa desesperación por entender y superar lo doloroso, y eso inconscientemente te mueve a querer que todo tome un rumbo más luminoso en contraste a la oscuridad de Laurel. El final no es de llorar, pero sí es bastante emotivo.

Totalmente ajeno a la trama, el transmitir sentimientos tan duros como lo hace Ava, me ha cautivado por completo. Ya no es solo la forma que tiene de escribir, como he dicho antes (que también). A eso se junta la capacidad de hacerte sentir, de removerte los sentimientos para que sientas solo un pico de lo que siente su protagonista.

A pesar de no haber conectado con los protagonistas, la trama, la forma de escribir y el final, me han encantado. 

Cabe destacar que esta historia trata el género epistolar de forma muy original, ya que todos los destinatarios son personas ya fallecidas. Me pareció un toque muy innovador el hecho de que el destinatario fuese famoso, y para más inri un famoso fallecido.

Lo recomiendo al 100%, sin duda alguna.

 

A veces, cuando decimos las cosas, escuchamos silencio. O solo eco. Como gritando desde el interior. Y eso es realmente solitario.

Pero eso sólo sucede cuando no estábamos realmente escuchando. Significa que no estábamos dispuestos a escuchar todavía. Porque cada vez que hablamos, hay una voz. Allí. 

Está el mundo que te responde de vuelta.

¿Lo habéis leído? ¿Qué opináis de él?
Nos leemos ♥